Lic. Elizabeth Stump

pensamientos, reflexiones y vivencias.

domingo, 4 de diciembre de 2011

Lo importante

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Durante los 17 años de educación de mi hija hubo cosas que siempre tuve muy claras y otras que me hacían agua permanentemente, adaptarse a los cambio evolutivos, madurativos y de humor de un hijo no siempre resulta fácil de hacer ni de digerir. Tuve que aprender a respetar sus tiempos y sus decisiones desde que fue bebé, y a mi nadie me había enseñado que un bebe podía tomar decisiones, como la de dejar de tomar la teta, dejar la chupa, querer comer sola o decirme no quiero más!. La sensación permanente que tenía cada vez que esto pasaba era que mi hija ya no me necesitaba y me surgían sentimientos contrarios, me alegraba por su crecimiento y me entristecía pensar que no era necesaria en su vida, que tontería viéndolo ahora, casi 18 años después. Pero como una madre sabe como ingeniárselas para sentirse útil para su hija, fueron apareciendo nuevos “mimos” que compartíamos y yo disfrutaba profundamente, por ejemplo vestirla por la mañana para ir al colegio, para que durmiera cinco minutos más y no tomara frío, hasta que un día, sin previo aviso, cuando le digo que me de el piecito por debajo de la sábana para colocarle el calcetín, con voz decidida y sin miramientos me dice: me visto sola! Otra estacada a mi sentido de utilidad. Pero como la vida es movimiento y el movimiento se demuestra andando (así decía un cómico argentino) las hormonas volvieron a darme la oportunidad de volver a la carga, había que cuidarla de los tediosos puntos negros que habían decidido instalarse en su nariz, y podría seguir enumerando infinidad de situaciones en las que yo buscaba poder pertenecer a su mundo sin darme cuenta que siempre estuve en su mundo tanto como ella en el mío. ¿Qué es lo importante? Lo importante cambia a cada momento y a la vez se mantiene, contradictorio como la vida misma.



Lo importante es tener claro los valores que le queremos transmitir a nuestros hijos y los valores no cambian, importante es el respeto, a la familia, a los profesores, a los adultos, a la autoridad en general y eso tampoco cambia. Importante es aceptar los límites y cumplir con las normas, y aquí cambian los límites y las normas, pero no el aceptarlas y cumplirlas.



Importante para mi fue enseñarle a mi hija que yo quería mimarla vistiéndola, pero que ella era perfectamente capaz de hacerlo sola cuando llegara el momento y así me lo hizo saber.



Importante es enseñarle a ser responsable, es decir, responder con habilidad cuando es necesario y asumir las consecuencias de los hechos cuando las ocasionan. Importante es demostrar con actos los afectos, el arrepentimiento, el reconocimiento y no dejarlo en palabras.



Importante es haber sufrido diciéndole que no muchas veces, para hoy poder ver como se convirtió en una mujercita independiente, responsable y autónoma y por sobre todas las cosas feliz.



Durante su adolescencia puse mucha energía en enseñarle a ser organizada, ordenada, prolija, que cada cosa tenia un lugar y por algo era así, que había un tiempo para cada cosa, que si dejaba sus cosas en el lugar que debía siempre las iba a encontrar, que los zapatos no van a mitad de camino del pasillo y su habitación, que los bolsos no van sobre la mesa del salón, que las chaquetas no van sobre las sillas, etc, y esto fue lo único que genero discusiones entre nosotras, y sin embargo ayer, cuando vino a casa de “vacaciones”, sentí una felicidad enorme al ver la maleta abierta y desparramada en el salón, su chaqueta tirada sobre la cama y el bolso sobre la mesa. Entonces me pregunté ¿qué es lo importante? Y la primer respuesta que me vino a la cabeza desde el corazón fue que lo importante es la presencia incondicional, no física, que lo importante es haber hecho las cosas lo mejor posible para hoy poder ver a mi hija de ya casi 18 años viviendo sola, estudiando en otra ciudad, con los mismos valores que creció y la sonrisa más linda que yo conozco. Lo importante es sentir que es feliz y que sabe que sus papás están siempre que ella nos necesite.






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