Lic. Elizabeth Stump

pensamientos, reflexiones y vivencias.

lunes, 3 de mayo de 2010

Carta de un lector

¿ME CASO AUN NO ESTANDO ENAMORADA?
Tengo 33 años y mi problema es que no sé que hacer con un pretendiente que tengo. Él me conoce desde hace mucho, me quiere y me esta esperando para que me decida a casarme con él. Es muy buena persona, pero muy dentro mío, siento que no estoy enamorada, pero, al mismo tiempo, tengo miedo de perder un muy buen candidato. Me preocupa mi edad para tener hijos. ¿Qué puedo hacer? ¿Sigo esperando a conocer a alguien o me la juego por este hombre?
Claudia, Buenos Aires, Argentina.


Parece que no tienes del todo claro el para que quieres estar con una persona. Si hoy tu para que, es para tener un hijo, porque crees que la edad es un problema, posiblemente una vez logrado este objetivo sientas que tu matrimonio ya no tiene sentido, porque tu “para que”, ya esta cumplido. En realidad, la lista de “para que” que podemos hacer para estar con una persona puede ser extensa o corta, puede ser para no estar sola, para formar una familia, para tener un compañero de viaje, etc. Lo importante es que las ganas de crecer y estar juntos los motive a ir encontrando un nuevo “para que” cada vez que uno se les cumpla. Pero es cierto, que la base para elegirse y reelegirse es el amor, no el amor entendido como enamoramiento, ya que el enamoramiento, como sabemos, es un momento transitorio, intenso, pero no perdurable, y, lamentablemente, caducable. En cambio el amor, no tiene la intensidad del enamoramiento, pero si la profundidad que nos da la posibilidad de conocernos y de aceptarnos como realmente somos. Los ojos del enamorado solo ven lo que quieren ver, y lo que no le gusta, mágicamente desaparece, por eso es tan intenso, es el momento en el que vivimos y sentimos solo lo que queremos, y también por eso es caducable. El amor es saber del otro, es mirarlo día a día reconociéndolo, aceptándolo, es la mirada que ve lo que no me gusta y lo que me gusta, pero elige quedarse para encontrarse con el otro en las diferencias, aprendiendo de ellas, buscando la manera de hacerlas compatibles. Por todo lo que te he dicho, entenderás que la pareja se construye día a día, no es una cuestión del azar, podrás “jugártela” si quieres, pero en caso de elegirlo, debes saber que sostener la pareja dependerá de cuanta energía decidan poner ambos.

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