Lic. Elizabeth Stump

pensamientos, reflexiones y vivencias.

lunes, 1 de marzo de 2010

Carta de un lector

RECUPERAR EL LEGADO DE MI PADRE. Hace ya cinco años que murió mi padre y noto que nuestra familia se está descomponiendo. Con él, permanecimos unidos durante 40 años y éramos más felices. Ahora, mis hermanos se quejan de todo y, sobretodo, de la ausencia de mi padre, como si no hayan aceptado su muerte. Mi pregunta es: ¿puede el destino borrar una historia, cómo podríamos recuperar y mantener la unidad que construyó mi padre?

Para empezar seria importante que supieras que nunca es el destino quien se ocupa ni de construir ni de sostener la historia de nadie en particular ni de ninguna familia o grupo en general. Lo que sucede, es que es más fácil adoptar el mandato paterno, comenzando por seguir las normas que al principio son las que nos enseñan y continuando luego aceptándolas como propias, que decidirnos a elegir o simplemente cuestionar que es lo que queremos hacer, cuando es otro el que decide por mi, solo me toca aceptar sus normas, sin cuestionamientos, a cambio de perder mi posibilidad de elegir, pero también de responsabilizarme por como salgan las cosas. Probablemente en tu familia, fue tu padre quién comenzó disfrutando de la unión familiar y les inculcó a ustedes el mismo placer, solo que, como dije antes, al no ser algo elegido, solo puede sostenerse por la misma persona que lo inició. Por otra parte, en todas las familias, siempre hay roles determinados, que son asumidos y adjudicados, es decir, que nos los dan y que los aceptamos, y esa forma de funcionamiento queda tan instalada en la dinámica familiar, que cuando un familiar falta, independientemente de la causa por la que sea, los roles, que son como engranajes de un reloj, comienzan a disfuncionar también, y es necesario una nueva asunción y adjudicación, para que la familia vuelva a ponerse en marcha, aceptando los cambios y eligiendo el camino a seguir en adelante. Lo que no puede suceder, es que la familia se quede en el lamento de lo que han perdido, provocándose una herida interna y un enfado que los estanca en el reproche y la inmovilidad. Creo que la única manera de recuperar y mantener la unidad familiar de la que hablas, es solo construyéndola ustedes, eligiendo como quieren hacerlo y no porque “deban” hacerlo, permitiéndose opinar entre todos como les gustaría que fuera el encuentro familiar, puede ser que coincida la manera o la forma que les enseño tu padre, o también puede ser que quieran algo diferente, ya que, evidentemente, en 40 años las cosas cambian mucho, y los tiempos de cada uno también. Y, sobre todo, saliendo de la queja eterna y aceptando que la muerte es parte de la vida, y el reciclaje es la opción que tenemos para historizar nuestra vida y poder transmitirla y disfrutarla. La felicidad no se hereda, depende de nosotros alcanzarla.


Frase:

La muerte no nos roba los seres amados. Al contrario, nos los guarda y nos los inmortaliza en el recuerdo. La vida sí que nos los roba muchas veces y definitivamente.
François Mauriac (1905-1970) Escritor francés.

1 comentario:

  1. Hola , me ha encantado, se los he mandado a mis hermanos, espero que les guste, me pareció fabulosa la frase final, chapó.....................Isabel desde la Palma.

    ResponderEliminar